
Mi pintura es el resultado de pensar la práctica pictórica desde dentro, como si abriera una ventana hacia el proceso y no tanto hacia el resultado. Es una pausa reflexiva donde me permito ordenar, revisar, tensar y también dejar espacio a lo que no sé. Pinto como forma de pensar, como forma de dudar y como forma de reconocerme y disfrutar. No parto de certezas, sino de preguntas: ¿cómo se construye una imagen?, ¿desde dónde nace?, ¿cuánto hay de control y cuánto de azar?
Mirar hacia atrás es, en mi caso, una forma de mirar hacia adelante. No pretendo cerrar, sino marcar una pausa. Poner nombre a ciertas intuiciones, reconocer procesos, nombrar los conflictos sin resolverlos del todo… Para mí, mis cuadros siguen siendo pruebas: no porque dude de su valor, sino porque elijo sostener un proceso abierto. En producción, cada cuadro funciona como marca-páginas, como fragmentos que señalan un momento en tránsito.
Pinto para seguir buscando, para desarmar y rearmar, para dejarme sorprender por lo que aún no sé hacer. Y si algo deseo conservar es precisamente eso: la capacidad de seguir aprendiendo a mirar.
VISITA GUIADA donde la artista nos explicara sus inicios, sus presentes y sus futuros mientras recorremos la exposición presentada en el espacio expositivo de Marra Gunea